El pasado viernes 25 de mayo entró en vigor la nueva Ley de Protección de Datos. Esta ley plantea más poder para el ciudadano y un escenario empresarial más transparente.
Esta ley introduce el derecho al olvido, que consiste en que, si el ciudadano lo desea, puede obligar a la empresa a que se olviden todos sus datos personales cuando ya no sean necesarios. Además aparecen más derechos añadidos para mayor capacidad de control y decisión sobre los datos personales: derecho a la portabilidad, derecho al acceso, rectificación y supresión.
El nivel de repercusión del nuevo Reglamento de Protección de Datos variará según el tipo de actividad, el volumen o el tipo de datos que manejen. Además tienen diferentes obligaciones:
-Empresa con más de 250 trabajadores
-Empresas que realizan operaciones con datos de riesgo
-Que tratan datos de clientes habitualmente
-Que manejan datos especiales como pueden ser religión, orientación sexual, afiliación sindical, pensamientos político…
-Que tratan datos relacionados con condenas o infracciones penales
-Empresas que realicen tratamiento de datos de naturaleza especial como los nombrados en el punto anterior
-Empresas que realicen tratamiento de datos a gran escala con la gestión de una web o campañas de email marketing
-Centros docentes privados
-Empresas que lleven redes sociales
-Establecimientos financieros de crédito
-Entidades aseguradoras
-Comercializadoras de energía
-Empresas dedicadas a la actividad publicitaria
-Centros sanitarios
-Empresas de seguridad privada.
Muchas pequeñas empresas, piensan que no llegan a obtener datos de clientes y que todo lo que hemos nombrado con anterioridad no le afecta. A continuación nombramos acciones con las que se obtienen datos de clientes sin llegar a darnos cuenta:
Una empresa llega a generar un gran volumen de datos, sobre todo de datos personales de usuarios. Por eso es importante que la destrucción de todos estos datos se haga de forma óptima, si no queremos incumplir la Ley de protección de datos e incurrir en un delito que puede llegar a convertirse en una sanción económica de hasta de 600.000€. Cuando la Ley de Protección de Datos nos obliga a destruir todos los datos, no sirve con cortar el papel en cuatro trozos y tirarlos a la basura. Por lo tanto ¿cuáles son los métodos más efectivos para realizar la destrucción de todos esos documentos de modo seguro y sin incumplir la Ley de Protección de Datos?.
Para llevar a cabo la destrucción de todos estos datos existen 3 métodos principales:
Pero lo más limpio, fiable y cómodo es triturar el papel con una destructora. Por ello aconsejamos diferentes máquinas de las que disponemos para llevar a cabo la destrucción de todos estos documentos.